jueves, 4 de octubre de 2012

Y ganó la oposición... Artículo de Thays Peñalver @thayspenalver

THAYS PEÑALVER

En Twitter: @thayspenalver

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Y miren que despegó Capriles, lo hizo en el 100% de las encuestadoras donde llegaría a remontar hasta 20 puntos. Incluso en las oficialistas despegó de tal manera que Henrique se encuentra entre 9 y 12 puntos de separación (Escenarios 2 y 3). Remontó la cuesta que parecía imposible en Consultores 30.11 y en Hinterlaces subió hasta el punto que también en su segundo escenario lo sitúa a 9 puntos del eterno candidato o apenas a 6 del margen de error. Subió incluso para situarse a 10 en Datanálisis. Con una campaña electoral casi casa por casa y cuerpo a cuerpo, Capriles le "desmontó las consignas al adversario", le "arrebató buena parte de las banderas que habíamos cedido estúpidamente", presentó una oferta electoral creíble, viable, real y consecuente con el momento histórico que estamos viviendo (no había otra posibilidad) y ha logrado sobrevivir a "los laboratorios de guerra sucia creados para aniquilarlo" desarrollados por algunos "pranes de la política".

Capriles hizo la campaña más enérgica hasta hoy vista, logró lo que para muchos era imposible y hasta ahora nadie había logrado: la indignación de su adversario. Por fin cayó el exinfalible en una trampa electoral ¡El Águila hambreada de apoyo, salió a cazar moscas pues! El temple de un Capriles que le plantó cara y lo hizo responsable de todas las desgracias de este país, lo desestabilizó tanto que por primera vez en la historia el hombre pidió cacao a los suyos y Henrique lo obligó a reconocer su fracaso: "coye que no llegó la luz, que se fue el agua, que no consiguieron empleo, que si uno que otro hueco en la calle, que no me han dado mi casa... y eso podrá ser cierto en muchos casos y yo asumo la autocrítica" (Chávez Dixit)... ¡pero voten por mí, porfis! Imploró.

Claro está que la autocrítica llega hasta allí, porque bien pudo decir: "Coye es verdad, no sé que habrán hecho con los 31 mil millones de dólares (mppee.gob.ve 13/09/2010) que ordené invertir para que ustedes, mi gente no se queje porque no les llega la luz", "Coye ¿no será que me están cayendo a cobas con el "milagro económico"? y con aquello de que el 93% de la población tiene trabajo (INE 2012), porque las pocas veces que salgo me hacen llegar papelitos implorándome una chamba". Total que el hombre no aceptó un debate con Capriles, pero terminó insólitamente debatiendo contra sí mismo, algo asombroso en la historia de las campañas electorales. Y es que por más show tipo Sábado Sensacional que le monten para sus mítines, el escucha entre las canciones de Omar Enrique y Hany Kauam, como retumba en sus tímpanos aquel grito: ¡Chávez dame trabajo, Chávez dame una casa! 14 años después.

Otra cosa que vimos en esta campaña fue que Henrique agotó a Chávez. "No aguantó el trote" como decimos en Venezuela, el otrora temible adversario no solo se cansó, sino que demostró su fragilidad de cara al futuro, reconoció haberse enfermado, desapareció de la escena, suspendió actos, se quebró emocionalmente, he hizo algo que nunca debió hacer, abusar de sus reservas físicas importantísimas para alguien en su condición y para su futuro cercano. El presidente de Venezuela no se ve bien de salud hoy. Mientras todo eso ocurrió, la oposición llega al final de la campaña fresca y esperanzada, porque para lograr esa demostración de fuerzas, solo tienen que salir de sus casas, caminar un pequeño trecho y de inmediato unirse de forma espontánea a la concentración de Capriles, quien los espera para ofrecerles apostar por un futuro de paz y libertad para Venezuela, y ese es un deseo auténtico y real en toda la oposición venezolana. Hemos llegado pues al final y sin echar el resto, cómodos porque en cada ciudad que visitó Henrique quedó demostrado que dejaba a un pueblo ya despierto y con un enorme crecimiento interior. Porque en Venezuela, estadísticamente lo único que si ha crecido, es la oposición.

Por eso ratifico mi artículo del 20 de septiembre. Por primera vez en nuestra historia todos los escenarios postelectorales se han revertido. Ya Chávez no está en blanco y negro, precisamente su derrota está en la inmensa escala de grises que se verán el 8 de octubre, si la oposición gana evidentemente el descalabro del chavismo será inmenso, si empata habrá ganado, incluso si le llega cerca a Chávez habrá ganado y me atrevo a decir que perdiendo, también habrá ganado y que ese también es un buen escenario. Por donde veamos el panorama político en Venezuela hoy, la oposición ya ganó. La Venezuela democrática ha ganado esta contienda y por eso debe jugar en todos los partidos que se presenten a ganador, porque pase lo que pase el 8 de octubre veremos a un Chávez que habrá perdido en regiones importantes, empatado con Capriles en unas regiones y ganado en otras. Esto aunque sutil, puede asegurar 14 gobernaciones y más aún cientos de alcaldías importantes destruyendo finalmente el único soporte del régimen, además del dinero, "la maquinaria chavista". Otra cosa que ocurrirá el 8 de octubre es que mucha gente en el chavismo e incluso buena parte de ese comando de campaña siniestro caerá en desgracia, ya eso les fue anunciado por su líder, muchos de ellos saben que llegan hasta este fin de semana. Hugo Chávez activará como siempre su temido trapiche. Sin lugar a dudas, este lunes Venezuela amanecerá siendo otra muy distinta a la del 2006, porque por primera vez, una oposición fortalecida que apuesta por un país unido y sin exclusiones, ganará incluso como en el póker, pagando por ver. Que Dios bendiga y cuide a la Venezuela que desea progresar y perdone a la que la ha llevado por el camino de la confrontación entre hermanos, el atraso y el oportunismo. A votar entonces el próximo 7 de octubre.

@thayspenalver

tpenalver@me.com

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