sábado, 19 de mayo de 2012

Una campaña electoral esotérica. Artículo de Francisco Alarcón

La campaña de Chávez es otra cosa muy distinta de acuerdo a lo tratado por esos dos individuos, es un derroche bochornoso de los recursos del estado, regalando productos de línea blanca y otras cosas, y con un ventajismo descomunal, intentando terminar las obras que no lograron hacer en trece años

Francisco Alarcón

analitica.com/

Según el director de Hinterlaces, el crecimiento de la popularidad de Chávez obedece a razones casi sobrenaturales, así se lo manifestaba a José Vicente Rangel en una entrevista, quien lo tomaba con honda satisfacción, viendo al otrora encuestador de tendencia oposicionista, hilando unos argumentos raros e incompresibles para nuestra disidencia. Rangel lo combinaba exaltando el odio social, algo normal para sus quehaceres. No obstante, el argumento esotérico o de comunicación religiosa de Chávez entre las masas, nos pareció jalado por los cabellos. Cuando las encuestas tienden hacia lo racional, científico y objetivo, ésta se orienta hacia lo esotérico. Resultado de la “madurez” durante estos años de luchas y nuevas aserciones sobre la forma de comunicarse los humanos, mientras más yerren mayor será su aceptación e indulgencia para los venezolanos.

De verdad creo que la actual campaña electoral del comando tricolor es la mejor de estos trece años, gente joven visitando puerta a puerta, y todos los partidos volcados en torno a un candidato único

La campaña de Chávez es otra cosa muy distinta de acuerdo a lo tratado por esos dos individuos, es un derroche bochornoso de los recursos del estado, regalando productos de línea blanca y otras cosas, y con un ventajismo descomunal, intentando terminar las obras que no lograron hacer en trece años. Esos chinos deben andar como locos, porque son ellos quienes capitalizan las inversiones del estado al servicio de esa campaña electoral en la que Chávez se conecta al público con “amor”.

Con amor a los billetes y a desempeñarse con esfuerzos vanos, no precisamente para recuperar este país de la molicie. Aquí prevalece el “cuanto hay para eso”, que pertenece a una realidad muy objetiva, y no a la taumaturgia del encuestador, que en vez de dedicarse a los fenómenos reales como la deuda de PDSA en los últimos meses de $43,3 millardos en préstamos y bonos, destinados para los gastos electorales del oficialismo. Entretanto, Chávez desde su convalecencia no le hace falta salir a la calle porque esta presente en todo lo que acontece en este nación, nuevas farmacias, los regalos de líneas blancas, misiones y otras ofertas. Esto lo denunció una vez Tulio Álvarez como fraude continuado, que está lejos de una explicación mágica para la gente, como argumento enigmático de una encuestadora

Esa “incomprensión” de la disidencia de la nueva realidad venezolana, ante la presencia de un “dios” a quien todo se le perdona, y que sin embargo todo indica está enfermo por disposiciones humanas y naturales, es la causa del equívoco según el encuestador. Aludiendo su enfermedad y sanación como otro hecho maravilloso de la ciencia ficción. Esa diferencia numérica entre Chávez y Carriles, que favorece al primero en las encuestas, desaparecerá para que el candidato histórico y representante de las mayorías comience a liderar y culmine en un triunfo el próximo 7 de Octubre.

Si en Venezuela la disidencia no fuera ampulosa, la preocupación del gobierno no existiría, ni tampoco la truculencia para ocultar la verdad en torno a su candidato, quien gana puntos en los estudios de opinión, sin saberse si estará presente en los comicios o tendrán que designar un suplente; observando un oficialismo enfrascado en una guerra a muerte para continuar con una supuesta revolución sumida en el fracaso, y con acusaciones por todas partes sobre el quebrantamiento de la justicia y narcotráfico. Los problemas que dañan a la Venezuela existente pero no parecen recogerlos estos “estudios estadísticos.”

La tragedia de La Planta, el alto costo de la vida, la escasez, la inseguridad entre otros, como que no hicieran mella en un régimen reconocido por su corrupción, ni las declaraciones de sus ex magistrados poniendo en evidencia que en Venezuela la justicia no existe. Empero, Chávez sigue en conexión religiosa con el pueblo que ha flagelado por más de trece años. ¿Serán esos resultados verosímiles o será una parodia más para ocultar la realidad de nuestro comunismo tropical?

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